After receiving the Cecil B. DeMille Award for her “outstanding contribution to the entertainment field”, Jodie Foster poses backstage in the press room with her Golden Globe Award at the 70th Annual Golden Globe Awards at the Beverly Hilton in Beverly Hills, CA on Sunday, January 13, 2013.

Jodie Foster: Retrato de una ganadora del Cecil B. deMille

Aunque Jodie Foster nos ha ofrecido alguna de las actuaciones más memorables de los últimos tiempos, su principal característica es su notable inteligencia. Su amplia galería de retratos, Clarice Starling en Silence of the Lambs, Iris en Taxi Driver, Sarah Tobias en The Accused, Nell en Nell y Penelope Longstreet en Carnage, le han valido dos Globos de Oro y dos Premios de la Academia, entre otros muchos honores. Pero sin duda ha sido su aguda inteligencia la que le ha ayudado a pasar de ser actriz infantil a superestrella de Hollywood.

Actriz, directora, productora, madre, Jodie Foster lo ha hecho todo, sin importarle la fama y la fortuna. “Tomé una decisión a edad muy temprana”, dijo en una ocasión a la Hollywood Foreign Press Association, “la de tratar de llevar la misma vida incluso si mi carrera sufría altibajos. No quería ser uno de esos actores con una casa mega millonaria en Beverly Hills y una gran hipoteca que pagar, y por lo que se ve obligado  a hacer películas como The Towering Inferno. No creo que las fluctuaciones de tu situación económica tengan que ver con tu forma de ser. Siempre iré a la oficina de correos a depositar mis cartas, a la lavandería a recoger la ropa o conduciré mi auto, porque eso es la vida para mí. ¿qué sentido tiene la vida si no puedes hacer estas cosas? ¡Que pueda hacer algunas llamadas de teléfono más!”

Se comprende que tuviera las ideas tan claras, teniendo en cuenta que a los dos años era la niña de los anuncios Coppertone. Su primer papel con diálogo lo hizo a los siete años en The Doris Day Show. En los siguientes años continuó apareciendo como invitada en importantes programas de televisión, lo que impresionó tanto a los estudios Disney que decidieron darle su primer papel como protagonista en Napoleón and Samantha. Sin embargo, fue su papel de Becky Thatcher en Tom Sawyer, del mismo estudio, el que convenció a todos de su extraordinario talento, particularmente a Martin Scorsese, quien le dio un pequeño papel en Alice Doesn’t Live Here Anymore  y más tarde el que definiría su carrera, el de una prostituta adolescente en Taxi Driver.

Y así, de repente, se convirtió en una estrella.

Rápidamente llegaron The Little Girl Who Lives Down the Lane, la aclamada por la crítica Bugsy Malone, y otras dos para los estudios Disney: Freaky Friday (por la que obtuvo su primera nominación al Globo de Oro) y Candleshoe.

En 1980 Jodie se había convertido ya en una atractiva joven y Foxes, de Adrian Lyne, era el escaparate perfecto para ella. Sin embargo, a los 18 años, decidió dejar Hollywood para matricularse en la Universidad de Yale, donde estudió literatura afroamericana, graduándose con honores magna cum laude en 1985.

Foster continuó haciendo películas durante las vacaciones de verano. Las dos que añadió a su filmografía fueron The Hotel New Hampshire, de Tony Richardson, y el primer guión de John Patrick Shanley, Five Corners.

Pero fue su papel en The Accused lo que cambió por completo su carrera. Cuando estaba a punto de abandonar la actuación descubrió este guión. Tuvo que someterse a dos pruebas y gracias a que otra actriz rechazó el trabajo consiguió el papel con el que ganaría el Globo de Oro y el Oscar. Después de ese triunfo, rechazó película tras película esperando tres años a la que se convertiría en su película más famosa, Silence of the Lambs, que cuando se estrenó, a principios de ese año, fue clasificada por los críticos como una película de terror sensacionalista, pero al final del año resurgió como una de las principales contendientes al Oscar. Y lo fue, convirtiéndose en la tercera película en la historia en ganar las cinco principales estatuillas: Mejor película, Mejor actor, Mejor guión, Mejor director y, por supuesto, Mejor actriz. Fue su actuación en el papel de Clarice la que le proporcionó su segundo Globo de Oro como Mejor actriz, y la que hizo que la película fuera un gran éxito de taquilla.

Después de eso, podía conseguir lo que se propusiera. Jodie no solo quería actuar, sino que también quería dirigir. Little Man Tate fue su primer éxito como directora y eso le animó a continuar dirigiendo. A lo largo de los años, hizo Home for the Holidays, lo que le dio la oportunidad de trabajar con gran un elenco de estrellas, The Beaver, que le permitió dirigir a Mel Gibson y compartir cartel con él y Money Monster,  que sirvió para aumentar su reputación cuando grandes estrellas de Hollywood como George Clooney y Julia Roberts se apresuraron a trabajar con ella. Pero todavía no estaba preparada para dejar la actuación.

Fue entonces cuando decidió trabajar con Woody Allen, una mediocre colaboración en Shadows and Fog. Le fue mejor trabajando con Richard Gere (Sommersby) y con Mel Gibson (Maverick), pero su proyecto más personal, Nell, fue una gran decepción, a pesar de que recibió tres nominaciones al Globo de Oro, incluida una por la actuación de Jodie. Después de esta desilusión, esperó tres años antes de volver a trabajar, primero lo hizo con Robert Zemeckis, en Contact, por la que nuevamente fue nominada al Golden Globe  a la mejor actriz, su quinta nominación, y más tarde firmando un contrato de producción con Fox en un exitoso remake de Anna and The King. Esta le animó a producir The Dangerous Lives of Altar Boys, en la que tuvo un papel nada agradable, con el que no pudo repetir el éxito. 

Después de eso seleccionó muy bien sus papeles y directores, trabajando, solo ocasionalmente, con David Fincher, en Panic Room, con Spike Lee, en Inside Man, Neil Jordan, en The Brave One y Roman Polanski, en Carnage.

Así contestó a la Hollywood Foreign Press Association cuando le preguntaron cómo le gustaría ser recordada: “El legado por el que quiero que me recuerden lo forman esos pequeños y sencillos aspectos de mi vida que significan todo para mí. Mi día favorito es ese que me paso sentada en mi casa, escuchando mi música, cocinando para mi gente y riendo histéricamente con programas malos de televisión. Prefiero ser recordada por todo eso que por la cosa más grande que haya podido hacer. ¿Y qué es lo más grande? Sus interpretaciones, ganadoras del Globo de Oro, en The Accused y Silence of the Lambs y su nominada al Oscar en Taxi Driver. Sin olvidarnos de su trabajo como directora, a todos ellos merece la pena dedicarles tiempo.

Traducción: Paz Mata